La primera
vez que oí sobre FameLab fue gracias a la dulce de mi compañera de poyata, que
me gritó al oido un “Tía, tía, tía! Mira lo que he encontrado!! Tienes que
presentarteeeeeeee!!!” El evento en cuestión al que, enérgicamente, me animaba
a participar, consistía en un concurso de monólogos científicos de apenas 3
minutos de duración. Éste es el tiempo que nos daban para contar, con rigor y
claridad , una historia científica capaz de enganchar a un público no
especializado. El reto estaba servido. Y a los científicos nos encantan los
retos.
Y ahí me
puse yo a prepar mi monólogo: No, este tema es un rollo… a nadie le interesan
los checkpoints celulares… splicing alternativo? Pfffffffff ….Epigenética no,
ni loca… bueno espera…. Hmmmmm, epigenética…. Quizá si lo enfoco así…. Hmmmmm…
Hecho! Ahí
estaba yo con mi Storytelling Epigenético puro y duro!
Envié al
video a la FECYT, que junto con el British Council se encargan de toda la
organización, y un mes más tarde me avisaron de que estaba seleccionada para ir
a las semifinales en Madrid. Ueeee!!! Semifinales!! Y qué he ganado? Jamones,
un set de cuchillos, una limpieza dental??? Espera no, aquí pone “una MasterClass”.
Ah, vaya.
En su
momento esto me pareció mucho menos excitante de lo que en realidad fue, os
cuento: El primer fin de semana de abril, todos los semifinalistas de FameLab
recibimos una MasterClass en técnicas de comunicación a cargo de Malcolm Love,
personificación del talento puro para la comunicación oral. No os exagero si
digo que fue mágico. Desde el primer día todos los participantes hicimos
un grupo irrompible, nos ayudábamos, nos dabamos consejos para nuestros
monólogos… la competitividad quedó totalmente enterrada en un compañerismo y un
buenrollismo difícil de ver en un grupo de extraños que “luchan” por la
victoria. La verdadera Victoria fue conocernos. Imaginad: trece científicos lo
suficientemente trastocados como para monologuear su ciencia al más puro estilo
Paramount Comedy.
Al
finalizar este brutal fin de semana, y habiendo aprendido a toneladas (de
comunicación, de compañerismo, de acción grupal), representamos nuestros
monólogos delante del Gran Jurado: Flipy (toma candela), Daniel Jiménez y Pilar
Tabares, que se tomaron su tiempo para deliverar cuales serían los ocho
finalistas que pasarían a la Final Nacional… chán…
El caso es
qué sí, estoy en la final! Ya veis qué cosas. Parece que la Epigenética sigue
revolviendo, y no solo las teorías evolucionistas.
En
cualquier caso, si queries ver en directo la Final de FameLab, el martes 14 a
eso de las 21h se retransmitirá por Terra. Lo que os aseguro es que aprenderéis
un huevo de ciencia. Y casi sin notarlo!
Más
información aquí.
Ole, ole y ole!
ResponderEliminarEn la pasada edición del C. Gutenberg tuve la oportunidad de disfrutar de las artes interpretativas de algunos de los cracks que han llegado a la final, y son muy buenos!!
Helena atrapa contando historias; y se ha de ser muy buena para atacar a la epigenética y además, hacer disfrutar al personal. Eres una gran divulgadora científica.
Os aconsejo seguir la final!
Mucha suerte, artista! :)
Esther